La pérdida del sentido de la vida es la principal causa de enfermedad y sufrimiento

Por Antonio Tagliati, investigador independiente.

La cooperación (no la competitividad) es la base de la vida. En el estudio de la vida, el punto verdaderamente importante (que no interesa observar porque no da dinero y, encima, crearía gente libre) es ver su dinámica, que se manifiesta en un flujo constante de fenómenos interdependientes cuya intensidad aumenta y disminuye continuamente. Sólo así se puede entender su sentido. Por el contrario, la ciencia académica fragmenta esta visión en miles de fotos estáticas de fenómenos presentados como no relacionados y a los que se pone nombres absurdos e inconexos. En particular, en el cuerpo hay constantemente un flujo de partículas atómicas y subatómicas que vibran como un diapasón en resonancia con el mismo flujo que inunda y rige el universo, y que crea constantemente lo que llamamos vida en la tierra.

La salud es expresión de un flujo correcto.

Lo que se llama enfermedad expresa a veces un bloqueo de este flujo, y muchas más veces es una fuerte reacción del cuerpo a fin de recuperar dicho flujo, cosa que la medicina oficial (y muchas alternativas) considera negativa, por lo que la reacción es suprimida, y ello conduce a la cronicidad. La medicina oficial convierte las reparadoras enfermedades agudas en enfermedades crónicas, y éstas en enfermedades degenerativas. No es de extrañar que los conceptos de “enfermedades crónicas, degenerativas e incurables” sólo existan en la medicina occidental moderna, y no en las Medicinas Tradicionales (ayurveda, tibetana, etc.).

Las bases de este conocimiento ya fueron reconocidas públicamente en los años treinta (Premio Nobel de Medicina de 1931 al Dr. Otto Warburg), pero en seguida fueron abandonadas y, de manera criminal, siguen silenciadas hasta el día de hoy.

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Manipulación hormonal y cerebral I

Hoy veo en diferentes blogs que se habla del bisfenolA ,  un disruptor endocrino. Cualquier manipulación hormonal en las personas tiene consecuencias importantes que revierten en una disminución del poder personal como mínimoExtraña que  estos productos sigan permitidos cuando sin embargo otros, inocuos, se vetan constantemente o se les ponen innumerables trabas para su venta, comercialización y publicitación, como es el caso de mucha medicina biológica. Como se dice en el artículo de Miguel Jara:  «se conoce desde 1938 que el Bisfenol A es estrogénico pero hasta 2011 no se ha retirado del plástico con el que se fabrican los biberones».

La importancia de la intervención hormonal se explica por la influencia del sistema endocrino en el desarrollo, definición y estabilidad del sistema cerebral. Estamos hablando de consecuencias mentales. El cerebro tiene dos hemisferios, la persona cuando sea maduro físico (a partir de los 14 años en mujeres y de los 16 años  en varones)  será de una dominancia cerebral o de la otra en dependencia «principalmente» de sus hormonas, aparte claro está de su determinismo biológico de base (sexo biológico). Ello crea las carácterísticas de los sexos en cuanto a comportamiento, forma de vivir y de enfermar. No es cierto que las mujeres sean de una manera y los hombres de otra puesto que hay dos tipos o tendencias biológicas en cada sexo y además cambiamos de cerebro en la edad adulta cuando dejamos de ser potencialmente reproductivos. Por eso los mayas decían que tenemos dos vidas, pues con este cambio la forma de ver la vida también se modifica completando así el aprendizaje que venimos a hacer a este mundo. Nacemos sin dominancia cerebral predispuestos biológicamente a tener una, por eso los niños hasta que no se definen a los 14-16 años son cerebralmente holísticos. Luego definimos una dominancia (diestros y zurdos cerebrales) que será estable si en la infancia no existen conflictos ni intervenciones hormonales y en la edad adulta podríamos llegar a  la conciencia plena, como pasaba en los pueblos primitivos donde el anciano era un sabio. Con la medicina psicobiológica podemos entender en qué consiste cada una de estas dominancias cerebrales y conseguir más fácilmente que nuestra vida sea más plena.

Si se altera esta dominancia el individuo se debilita mentalmente y tiene problemas de decisión, de satisfacción y de sentido de la vida, y se convierte un débil mental que sufre mucho. No es que sea poco inteligente, la inteligencia depende del cerebro racional y no del biológico, pero  la «inteligencia biológica» está trastocada y el individuo es menos poderoso, sobre todo si no sabe lo que le pasa.

Se habla bastante de la homosexualización  pero no se profundiza en los mecanismos por los que se puede llegar a ello, cosas que debemos conocer para evitarla. Así mismo se observa bastante prejuicio contra el gay que no es más que por miedo al diferente y desconocimiento. La alteración hormonal consigue que cada vez haya más personas débiles psíquicamente no por homosexualidad sino por la falta de poder y sufrimiento que el desconocimiento de lo que le pasa a uno puede producir. El mundo gay, a su vez,  está sumido en un círculo vicioso por falsas creencias y manipulaciones varias: la más importante la homofobia y también la manipulada liberalización de la homosexualidad. La homofobia es un bastión más para separarnos y consigue que personas que deberían unirse para combatir el control nos encontremos separados.

Los signos clínicos de disbalance hormonal son facilmente diagnosticables en una única consulta, e incluyen cambios físicos y comportamentales, así como  problemas de estado de ánimo.

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Enfermedad y aprendizaje. Poder personal.

Este post el el primero que se refiere a poder personal: lo que tenemos que cuidar para aumentarlo y ser más felices. Ampliando post de Wurik «4º Reflexión – Aguila o gallina» quisiera hacer unos comentarios sobre la causa de la enfermedad según la medicina biológica. Me ha encantado el cuento porque creo que, como dice, podemos ser águilas y seguir creyendo que somos gallinas. Hay otros ejemplos: las pulgas acostumbradas a vivir en un bote tapado que después no salen del bote aunque quites la tapa. O el elefante que atado a un asidero potente con una cuerda en una pata después ya se cree que todos los asideros son iguales y le atas a una ramilla de un arbol o a una estaca y ni siquiera intenta tirar para irse porque ya está domesticado.
http://youtu.be/VwVWeii477A

Según dice Sergio Felipe de Oliveira, «científico» colaborador de la Universidad de Sao Paulo, el materialista dice creer en aquello que no puede tocar ni puede ver. Según la ciencia formal existe una imposibilidad matemática de que la persona sea su cuerpo.   Un cuerpo material de carne no puede amar. La ciencia no es materialista: no existe trabajo científico que haya demostrado el materialismo como realidad existencial. Si un médico se dice materialista esto es una opinión personal suya que no se apoya en deducción científica, es dogmatismo (esto lo digo yo) .

Creo que muchos médicos actúan por “fe”, dicen no «creer» en tal o cual cosa, en tal o cual medicina «que desconocen» pero creen tener derecho a imponer su fe sólo porque tienen el poder institucional y porque nos sometemos a ellos. Pero la espiritualidad como la medicina biológica son campos abiertos a la investigación científica. Hablar de espiritualidad en la Universidad sería traer la cordura y la honestidad a la ciencia,  unir  cerebro derecho e izquierdo y hablar de medicina biológica sería simplemente ser justos porque es totalmente científica. El centro de la universidad no puede estar basado en una cultura materialista porque el pueblo al que pertenece es espiritualista también. La ciencia debe espiritualizarse y la espiritualidad tener más sabiduría y menos dogmatismo.

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RITMO, VIDA Y COSMOS (1)

Esta será la primera de una serie de entradas sobre la relación entre los ritmos cósmicos (relaciones espacio-temporales de lo conocido) y nuestra naturaleza como seres humanos.

Lo considerado esotérico va dejando de serlo, a medida  que vamos disponiendo de tecnología que permite captar información mas allá de los hasta hace poco limitados 5 sentidos… ¿O acaso no somos capaces de captar esta información nosotros mismos de manera natural, sin necesidad de tecnología alguna? Lo que es tan obvio cuando hablamos de algunas necesidades básicas de nuestro organismo y como se regulan (Ritmos circadianos) en un contexto médico o científico, parece querer englobarse dentro de lo esotérico en otros contextos. ¿A que responde y de donde proviene esta desviación?… Yo tengo mi teoría, pero de momento dejo abierta la reflexión.

Que curioso que utilicemos tecnología atómica a nivel «Global» y estándares internacionales  para medir el tiempo y en estos haya discrepancias. Curioso es también que esta medida nos sea administrada por una corporación multinacional (SERCO) cuando queda demostrado que es el cosmos el reloj inspirador de nuestra existencia y nuestro organismo su mejor intérprete.

Observo una relación entre el aumento del uso de la tecnología y la disminución de nuestra consciencia y sincronía cósmica y me preocupa. Creo que no se trata de si la tecnología es mejor o peor (no existe el veneno sino la dosis) Más bien creo que se trata de  si es mas o menos necesaria, si nos nos hace más dependientes y si nos quita  mas que nos da.

Ayer me dijo una Amiga que la prehistoria e historia del Ser humano se describen en tres periodos:

PALEOLÍTICO, NEOLÍTICO Y ANSIOLÍTICO. Creo que esto lo podemos y debemos cambiar.

El siguiente documental habla mucho de Tabúes y mitos, pero también muestra como viviendo en otro concepto del tiempo más natural seríamos mas conscientes de nosotros mismos, nuestro cuerpo, nuestro entorno y las relaciones entre ellos.

– La luna en tí.

  Este documental muestra un viaje hacia las raíces más profundas de la feminidad y la vida.  Analiza lo que actualmente continúa siendo un tabú en nuestra sociedad moderna tanto para  hombres como para mujeres: La menstruación.Con ironía y humor se profundiza en el tema a  través de referencias personales y colectivas, desafiando nuestras ideas preconcebidas sobre la feminidad.

Sobre La Nueva Medicina

Si bien la medicina puede considerarse como una ciencia no siempre ha sido así ni tiene porqué ser así, ello es una falsa creencia.  Identificar o confundir medicina con medicamento es también pernicioso y se debe a nuestra actitud de víctima por la que necesitamos siempre  algo externo para sanarnos: el soma. Sigue leyendo